El apotegma correcto es:
No pieso en el futuro cuando no tengo un duro
Este verano leí un libro que se titula "Rebelarse vende. El negocio de la contracultura" (El titulo original, dado el seguimiento internacional de este blog, es "The rebel sell. Why culture can't be jammed") En él los autores exponen como cualquier movimiento contracultural está abocado al fracaso, desde la óptica contracultural, por dos motivos fundamentales: O bien se mantiene en un plano muy minoritario, lo que quiere decir que no interesa a nadie, y por lo tanto su eficacia desestabilizadora es nula, no supone ninguna amenaza contra el sistema cultural establecido, o bien la repecusión social del movimiento es lo suficientemente importante como para crear una tendencia. LLegados a ese punto la explotación comercial del moviento pasa a ser económicamente rentable y este queda integrado dentro del sistema siendo una más de las múltiples alternaitivas culturales o de ocio que el sistema ofrece. Desde ese punto de vista el rebelde contracultural, si es que alguna vez ha sido rebelde o ha sido contracultural, se ha vendido al sistema y ha pasado a formar parte de él (en realidad nunca ha estado fuera del sistema).
Escuché una vez a Umberto Eco expresarse en términos parecidos. Afirmaba que toda revolución ha de ser por fuerza efímera pues o bien fracasa o bien consigue su propósito y derroca al sistema académico establecido pasando entonces a convertirse ella en la nueva academia perdiendo, de esta manera, su caracter revolucionario. Tal vez el ejemplo más claro de todo esto sea Fidel Castro.
Hay personas, el señor A por ejemplo, que migran de moda en moda en búsqueda de una ínclita exclusividad. Lo que hace interesante a una corriente cualquiera no es su calidad estética, ni la afinidad que pueda sentir con su filosofía, ni siquiera la diversión o el gozo que pueda proporcionar. Lo que de verdad la hace atrayente es el número de elementos que forman parte de ella. ¿Cuántos prosélitos tiene? A menor número de prosélitos mayor grado de exclusividad. Cuanta mayor es su popularidad más banal y trivial se vuelve hasta que llega un punto en que aunque tal vez no sean demasiados si son más de los que permitirían preservar la doctrina en su estado pristino. Ha comenzado ya un proceso de mezcla que se antoja ya imparable. Ha llegado el momento de buscar otra moda.
8.2 La historia del señor A y una génesis cualqueira de bragueta
No voy a dar nombres, no quiero ser yo el culpable de que un padre no pueda un día mirar a sus hijos a la cara, así que al protagonista de todo esto lo llamaremos el señor A.
El señor A vive en una casa llena de libros, de luz y de sombra y tiene una gran ventana desde la que contempla el mundo. Fue de los primeros, como otros muchos, en descubrir B (la mención de uno de los posibles B podría revelar quién es el señor A, por lo tanto obviaremos, por ahora, qué es B). Pero ahora B ha cambiado. La calidad se ha resentido notablemente, ahora hay muchos señores, C, D, E, F... que no tienen ni idea de lo que significa realmente B pero que se declaran fieles seguidores y para ellos, para calmar su burdo apetito, su nulo sentido estético, ha sido necesario que los autores de B se vendan (solo quieren ganar dinero, serán cabrones...) y más aún, se ha permitido que alguno de esos señores D, E, F... que no saben, que no aprecian, que no comprenden lo que realmente es B se conviertan en creadores de B ¡Y ni siquiera tiene talento! El señor A se siente traicionado.
El señor A vuelve a contemplar el mundo desde su ventana. Piensa que necesita un nuevo faro, una nueva guía. B es ya irrecuperable, nadie entiende, nadie comprende. Imagina cómo debe de ser y como evitar que lo que ocurrió con B vuelva ocurrir de nuevo. Por fin lo comprende todo. Aparece de forma clara y meridiana en su mente cuál es la solución. Primeramente el nombre: Se llamará "Bragueta" en recuerdo de los viejos tiempos y de lo que en su día fué B. Al principio pensó en "Pernera", pero resultaba demasiado obvio, "Bragueta" es más contundente y transgresor (Aquí habría que aclarar que B podría ser, entre otras muchas cosas, los comic Manga japoneses, si no no se entendería muy bien uno de los por qués del nombre, los otros... Buscadlos vosotros). Después del nombre, la filosifía: ¿Qué es Bragueta? Muy sencillo Bragueta es todo aquello que es tan minoritario y marginal que solo puede ser Bragueta (!Menuda chorrada¡). Y el golpe de fecto final ¿Cómo conseguir evitar que Bragueta se desvirtúe, se popularice y se prostituya como ocurrió con B? Muy sencillo haciendo que Bragueta, sea tan insulso, soez y mezquino que no le pueda gustar a nadie, (vamos que sea una puta mierda).
El señor A se siente ahora satisfecho. Se ve a si mismo como el único capaz de netender y comprender el Bragueta y eso le hace sentirse bien. Se va a dormir en su casa de luz y de sombra. Ignora que los señores C, D, E, F... también han soñado con Bragueta.
Descripción del universo presente: Tenemos un sistema que ejecuta periódica o eventualmente una serie de procesos orientados a una aplicacion de control en tiempo real, el proceso supremo que controla todo el devenir del sistema y de los procesos secundarios se denomina Planificador de Tareas. Para poder efectuar las labores de control el sistema dispone de una serie de recursos a los que los diferentes procesos pueden acceder cuando lo necesiten. Se da la circunstancia de que algunos de esos recursos son únicos, por ejemplo solo existe una memoria de datos EEPROM externa, solo existe un canal de comunicaciones serie síncrono y existen diversas zonas de la memoria RAM que solo pueden ser leídas o escritas por un solo proceso cada vez, de forma que cuando un proceso está utilizando el recurso ningún otro proceso debe de poder acceder al mismo porque si no se perdería la integredidad de los datos manipulados. Para gestionar la concurrencia de procesos sobre este tipo de recursos existen diversas técnicas, yo he implementado una gestión por semáforos: Cada vez que un proceso accede a uno de estos recursos limitados pone el semáforo en rojo y cuando libera el recurso pone el semáforo en verde. De esta forma si otro proceso quiere acceder al recurso previamente comprueba el estado del semáforo, en caso de estar en verde procede a emplear el recurso, si por el contrario el semáforo está en rojo el proceso debe de esperar hasta que el recurso sea liberado.
Descripción del infierno: Al incrementar las solicitaciones de control al sistema el tiempo del que disponía el Panificador de tareas para ejecutar su labor resultó ser insuficiente por lo que se entraba en un ciclo perpetuo en el cual el planificador de tareas se ejecutaba recursivamente sin dar lugar a que el resto de procesos entrase en acción.
Descripción de la primera solución: Se añadió un semáforo que regulaba el intercambio de tareas de forma que este no puede producirse antes de que el planificador de tareas haya terminado sus operaciones. El tiempo empleado en encontrar el error fueron 40 días, el tiempo empleado en solucionarlo tan solo 5 minutos.
Descripción de la segunda avenida: Se introdujeron una serie de procesos nuevos en el sistema y se incrementó la frecuencia de uno de los procesos que, en particular consume muchos recursos. Un agujero en la política de semáforos ocasiona que varias tareas, hasta 3, accedan al canal serie síncrono y a la memoria EEPROM externa simultáneamente. Se produce una pérdida de información y un comportamiento errático del planificador de tareas.
Descripción de la segunda solución: Modificación de los instantes de acceso a los semáforos de los procesos implicados. Implemenatción de un nuevo semáforo que impida que una misma tarea sea puesta en ejecución cuando aún no ha terminado de ejecutarse en el ciclo anterior. (¿Por qué no implementé esto cuando descubrí el primer fallo? En esencia se trata del miemo problema). Tiempo empelado en encontrar la solución: 14 horas. Tiempo empleado en solucionar el problema: No lo sé, todavía estoy ensayando la solución descrita.
Reflexión: En esencia los dos problemas son el mismo. Una vez encontrado e identificado el primero un análisis detallado del sistema debería de haber identificado el segundo antes de que este ocurriese. La misma imprecisión que causó el primero fué el origen del segundo.
No es que me guste ser protagonista, pero creo que lo anterior me define con una precisión extraordinaria. Me he pasado todas las navidades peleando, luchando, contra una criatura que yo mismo concebí y que resultó no ser perfecta, que era tal y como yo la había imaginado, si no que se reveló como poco dispuesta a obedecer mis designios y con una peligrosa tendencia a la anarquía. La victoria que obtuve y que la confinó en una celda de la cual solo yo poseo la llave resultó ser solo momentánea y demasiado costosa para mi escaso crédito. La bestia volvió ayer visitarme. Se reveló prácticamente en los mismos términos y condiciones que la vez anterior: El mismo fallo de previsión, la misma imprecisión. Cierto es que yo he sido quién abrió la puerta de su celda y le permitió escapar, cierto es también que no he tenido mayor remedio.
La experiencia cuenta, o al menos esa ilusión tengo, y esta vez en vez de tardar un mes en derrotarla tan solo necesitaré unas cuantas horas, llevo ya unas catorce en el día de ayer y preveo que hoy deba dedicarle al menos otras cuatro o cinco antes de poder volver a cerrar la puerta de la celda. Debería de perder la llave, no podría volver a dejarla salir nunca, pero sé que al igual que en el koan zen el ganso nunca estuvo dentro de la botella, la bestia nunca permanece dentro de la celda, solo lo aparenta, y antes o después volveremos a encontrarnos.
Teorema
El hombre es el único animal que tropieza N veces con la misma piedra, con N tendiendo a infinito.