pepe dixit

26 enero, 2007

43 Primer intento

Parece como si de un tiempo a esta parte se me hubiesen acabado las ganas de contar cosas o de regodearme con esto de escribir, que nunca he tenido muy claro cuál era el verdadero motivo por el cual me sentaba delante del teclado y empezaba a desgranar alguna de las mil cosas que suelen llamarme, de vez en cuando, la atención. Sea cual fuere la causa de mi actividad en esta página lo cierto y verdad es que ha dejado de proporcionarme el placer y el estímulo que de antes para, por el contrario, arrojarme al medio de un océano de hastío y pereza del cual no veo muy bien como salir (Ni siquiera se cómo he llegado hasta aquí). La consecuencia de todo esto han sido el silencio y la ausencia.

Asumiendo que se trataba simplemente de pereza y de falta de tiempo me he sentado esta tarde con la intención de volver a escribir, sin saber muy bien sobre qué, pero confiando en que algo se me ocurriría. El resultado ha sido que después de media hora dando vueltas a una idea vacía la única salida que he encontrado es hablar de lo que en estos momentos no soy capaz de hacer: Encontrar algo que me parezca lo suficientemente interesante como para escribir sobre ello. No se si es por falta de ideas o porque las tengo en estos momentos son demasiado abstractas como para reflejarlas en palabras. La verdad es que el hecho de que lo único que haya acudido a mi mente en este tiempo haya sido la idea de una esfera vacía (y brillante, por cierto), me hace considerar tres alternativas: La primera es que me he quedado idiota y mi cerebro ya no da para más, la segunda es que es posible que últimamente o bien juegue con ideas demasiado abstractas para mi capacidad verbalizadora o bien no quiera verbalizarlas y la tercera es que ya me queda poco para alcanzar la iluminación y el desapego a todo lo terrenal siendo la prueba de ello el embeleso con el que contemplo una idea vacía. Sea cual sea la verdad es verdad también que no me satisface en absoluto este apaño. Probaremos una segunda vez, y hasta una tercera, aunque solo sea por intentar hacerlo bien.