pepe dixit

25 julio, 2006

63252772 Cuando la mujeres manden
Arrastramos una herencia cultural que tiene parte de sus fundamentos en la discrimicación, la segregación y la minusvaloración de la figura de la mujer. Parece ser que el origen de estas normas culturales se encuentra en que la estructura social y cultural que actualmente tenemos deviene de sociedades que ensayaron la guerra y el pillaje como medio de garantizar su supervivencia. Dado que en ese escenario las capacidades del hombre aventajan a las de la mujer el resultado fué que se acabó primando la figura del hombre y relegando paulatinamente a la mujer a un papel, en el mejor de los casos, secundario. Una vez que la norma ha sido establecida, aún cuando ya no sea necesaria para el mantener el concierto social, por ejemplo por haber cambiado este, es muy difícil cambiarla sobre todo si tenemos en cuenta que una de las partes implicadas no está dispuesta en absoluto a abandonar la posición dominante en la que se ha establecido.
El panorama político y social actual muestra claramente que la violencia y el fanatismo son los dos mecanismos en torno alos cuales se articulan las reclaciones entre los hombres, por lo menos a escala global, y en muchas ocasiones también en entornos más cercanos y reducidos. Sin embargo en sociedades matriarcales o al menos en las que la mujer dispuso de un papel activo y paritario con respecto al hombre la predisposición de estas a resolver sus problemas por medio de la violencia y la intimidación parece ser que fue sensiblemente inferior a la de las sociedades gobernadas exclusivamente por hombres. En los restos arqueológicos de la civilización minóica, que floreció en la isla de Creta hace unos 4500 años y en la que según parece la mujer desempeñaba un papel activo y no marginal con respecto al hombre, no se han encontrado ni armas ni restos de fortificaciones militares, lo que parece indicar que no practicaban la guerra, mientras si que se han encontrado restos que indican que conocían la escritura y que muestran que culturalmente estaban mucho más avanzados que los pueblos que los rodeaban, aunque estos finalmente acabaron subyugándolos.
Viendo esto cabe preguntarse si el mundo no sería substancialmente distinto si hubiésemos dispuesto de una mayor participación de la mujer en las tareas de gobierno y concierto del mundo. Desde luego los hombres no lo hemos hecho especialmente bien. Los tiempos cambian, porque no les queda otra (lo que no quiere decir que siempre lo hagan a mejor), y es más que previsible, tal vez algunas me consideren un ingenuo o un estúpido optimista, que a medio plazo, al menos en lo que llamamos la sociedad occidental, el lastre cultural que arrostramos termine por desaparecer y la preponderancia del hombre frente a la mujer acabe desapareciendo.
Hace unos cuantos años un amigo mio, después de una discusión con la que ahora es su mujer y madre de su hija, me dijo más o menos, el tiempo y la memoria nunca se han llevado bien, lo siguiente "El día que las mujeres manden al mundo seguramente le irá mucho mejor, pero a nosotros los hombres, ¡Dios! nos va a ir realmente mal".
Ayer estaba probándome unos pantalones en una tienda. En el probador de al lado había una pareja que no cesaba de discutir. Finalmente el hombre acaba decidiéndose por uno de los pares de pantalones y se lo dice a la mujer: "Estos, estos son los que me gustan" La respuesta de la mujer me dejó anonadado. "¡No! ¡Esos no! Van a ser estos otros y en una talla más grande" El hombre intentó una timida réplica "Pero si esos no me gustan y, además, en una talla más grande..." La sentencia de la mujer no dejó lugar a ninguna duda "Cállate". Insisto: Cuando las mujeres manden, algo inevitable, al mundo seguramente le irá mucho mejor, pero a nosotros, los hombres ¡Dios! Nos va a ir muy mal.

16 julio, 2006

39092363 Me quiero ir de vaciones, pero están empeñados en no dejarme
No sé a cuántos más les pasa lo mismo. No se si soy miembro de un grupo que solo tiene un elemento, si solo somos unos pocos o si es algo que concierne a toda la humanidad. Tampoco se si además de ser sujeto pasivo también formo parte del colectivo de sujetos activos, o sea, que además de sufrirlo también inflijo a los demás aquello que últimamente recibo. Vaya por delante que sie ese el caso, no hay en ello ni maldad ni consciencia por mi parte. La cuestión es la siguiente: ¿Por qué cuanto menos tiempo tienes más personas aparecen reclamando tu atención y tu tiempo? Es más ¿Por qué, además, te requieren para tonterías supinas o para que resuelvas tareas que ellos no quieren hacer? ¿Por qué, en cuanto dices que desapareces (Solo quince días) pasan a ser perentorias cuestiones que no lo son y que en caso de que lo fuesen podían haber sido resueltas hace varios meses?
Por primera vez desde que acabé de estudiar voy a tener vacaciones en verano, y me hace mucha ilusión. Hice el anuncio de mi ausencia durante las dos primeras semanas de agosto a finales del mes de junio y tal vez, visto como han ido las cosas, ese haya sido el error. Por aquel entonces yo tenía, y sigo teniendo como único asunto realmente ineludible terminar un desarrollo para un cliente que tengo el Bilbao. En la planificación del proyecto yo había establecido como fecha de entrega el 14 de julio, ¿antes de ayer?, por dos motivos: Cuando fijé la fecha de entrega era un plazo más que suficiente y además nos dejaba dos semanas de tiempo para probar el sistema y corregir fallos antes de irme de vacaciones. El caso es que desde que hice el anuncio han surgido un cúmulo de contingencias, un par de ellas razonables, todas las demás inauditas, que reclaman, a gritos y con vehemencia, mi atención y mi tiempo y me impiden trabajar de froma continuada en el proyecto. La consecuencia es que no he acabado dentro de plazo fijado, y eso es grave porque el plazo lo fijé yo, que tengo que trabajar a salto de mata y en los ratos libres, veáse a que horas acabo un domingo de currar, y que al paso que voy no se si lo acabaré antes de irme y es muy posible que me pase las vacaciones hablando por teléfono con Bilbao porque ni aunque dios exista y yo le caiga bien el sistema estará totalmente depurado antes de mi marcha.
Parece que todos se hayan conjurado, no se cuando, tampoco se por qué. Parece que hubiésen llegado un acuerdo, que hubiésen buscado a propósito las excusas más ridículas y que hubiésen estado esperando todo el año pacientemente que llegase el momento adecuado en el que hacerlas efectivas. Parece ser que ese momento fué el día que dije que me iba de vaciones. Desde entonces no me han dejado ni un momento. Empezando tener que hacerles la declaración de la renta a mi padre y hermanas hasta tener que hacer de niñera con un cliente que no sabe como cerrar un acuerdo con otro cliente de forma que me encuentro en medio de un fregado monumental negociando con unos duros que no son míos, pasando por la asistencia, el próximo martes, a un seminario sobre proyectos de desarrollo con nuevos materiales en el que me matricularon porque alguien pensó que sería interesante para su empresa que yo asistiese (estas cosas pasan cuando trabajas para un cliente que considera que por el dinero que te paga tiene derecho a disponer de ti, de tus recursos y de tu tiempo con total discreción) además de organizar la incorporación de un nuevo becario, ¿Pero no tenéis un departamento de recursos humanos? Si pero como va a trabajar en uno de tus proyectos..., a la susodicha empresa. Y otras cuantas tonterías más que no voy a contar.
Tengo dos teorías para explicar este hecho, y creo que en el fondo, al menos conceptualmente, son la misma. Una de ellas es que las personas intuímos, creo que es a nivel inconsciente, al menos en la mayoría de los casos, cuando podemos resultar mas inoportunos y obramos en consecuencia ¿Por qué? Quién lo sabe. La otra teoría dice que al igual que hay una fuerza de la gravedad, otra electromagnética y otro par de ellas nucleares, en el universo hay una quinta fuerza, aún por descubrir, formular matemáticamente y ser nominada (que eso es lo que significa la palabra: dar nombre, no que te propongan para un premio), que induce a las personas a ser inoportunas.

11 julio, 2006

24160409 Explicaciones
El ego puede mucho, porque solo es una cuestión de ego. Pedimos explicaciones por todo y nos piden explicaciones por todo. Decía Groucho Marx que un hombre solamente es libre cuando puede dejar de asistir a una cena sin dar explicaciones, se me ocurre que la libertad también está ligada al hecho de no necesitar explicaciones de los demás.
A mi no me gusta darlas, no entiendo por qué muchas veces tengo que ofrecerlas y sin embargo ahora mismo estoy a punto de pedírselas a alguien. No parece que mi postura sea muy coherente. Pero aun asi... ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué has vuelto a desaparecer? Supongo que dentro de tres meses, un par de semanas en tu particular sistema temporal, volveremos a encontrarnos. Debe de ser que tú si que eres libre.

01 julio, 2006

14931954 ¿Quién entiende a las mujeres?
Yo ya sabía que iba a pasar esto, no es la primera vez que ocurre, pero no por ello mi desconcierto es menor. Pregúntale, si te atreves, qué es lo que ocurre. Debe de ser evidente, pero yo no lo veo. Hasta dónde yo entiendo dos semanas son 14 días, a lo sumo 20, pero... ¿Tres meses? Y además ¿Por qué juegas si luego lo dejas todo a medias?