pepe dixit

18 marzo, 2006

2584 Mal gusto

Entre las múltiples teorías sobre la vida que uno pergeña según va creciendo y le van ocurriendo cosas, hay una que formulé hace ya tiempo y de la cual hecho mano siempre que necesito navegar en medio del desconcierto que me causan unas veces mis propias pulsiones y otras veces la estupidez y la estulticia propia y ajena. La teoría dice que "Todo el mundo tiene algo de mal gusto" y podríamos llamarla Teoría sobre el Mal Gusto (Ya se que el nombre es evidente pero es que no doy para mucho más... Dios no me quiso sutil y no está en mis manos cambiarlo). Es muy sencilla que no simple porque en el fondo tiene mucha enjundia, muchísima, sobre todo cuando empiezas a medirte tú mismo según ese principio.

No conozco a nadie que no cumpla esa regla. A todos sin excepción nos gusta, en mayor o menor medida, algo cuya calidad y excelencia son más que cuestionables, por no decir que inexistentes, y sin embargo disfrutamos, a veces mucho, con ello. Pueden ser las hamburguesas del McDonalds, la música de los de operación triunfo, él Código da Vinci o El programa de Ana Rosa (por poner un ejemplo), y pude ser que además también te guste la cocina refinada, la música de Bach y las tragedias de Shakespeare. El buen gusto y el mal gusto no tienen porque ser mutuamente excluyentes en la misma medida que la bondad o excelencia de una cosa no viene determinada por el gusto o disgusto que nos produzca. Para los curiosos diré que el Código da Vinci lo leí en tres días (y por lo tanto ¡Si, me gustó! aunque el libro es malo hasta decir basta), a veces me como alguna hamburguesa en el McDonalds, no he visto en mi vida durante más de 5 minutos seguidos ni OT ni el programa de Ana Rosa y me gustan, entre otras muchas cosas (como por ejemplo las mujeres), la buena mesa, la música de Bach (mucho) y el teatro de Shakespeare.

Os cuento todo esto por lo siguiente: Si os fijáis en la columna de la derecha vereis que estoy leyendo un libro que se llama La hermandad de la piedra y trata sobre las peripecias de un ex asesino de la CIA que intenta huir de su pasado. Después de 80 páginas puedo dar fé, como ya sospechaba cuando lo compré (por eso lo hice), que el libro es bastante malo, tanto tanto que hoy mi hermana pequeña, sabedora de mi afición por la lectura, no se podido aguantar más y me ha preguntado ¿Cómo puedes leerte eso? La respuesta es muy sencilla: Tengo mal gusto, tanto que este tipo de libros, con moderación, me encanta. Se que son una porquería, que se me olvidan en seguida y que debo de leerlos sin el menor espíritu crítico porque si no tendría que tirarlos por la ventana pero... me resultan muy entretenidos, me ayudan a desengrasar la mente y el espíritu y mejoran la fluidez. Asi que de vez en cuando leo alguno.

No se si la causa del mal gusto en los demás es la misma, pero yo a veces necesito escapar y refugiarme en lo ordinario. La novela de Genji o Memorias de Adriano por ejemplo, son libros maravillos, muy hermosos, la música de Mozart es extraordinaria, el cocido de los domingos que hacen en casa cuando nos juntamos todos a comer me hece pensar que igual Dios existe y no le caigo del todo mal, pero a veces el cuerpo y la mente me piden otra cosa. A veces piden hamburguesas, a veces piden literatura ramplona. Afortunadamente aún no piden ni gran hermano ni operación triunfo. Afortunadamente siguen pidiendo mujeres hermosas (inteligentes también me valen, que no vamos a ponernos tiquismiquis, pero si se puede elegir...), buenos libros y días soleados.

5 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

Cuando tenía 14 años, me tragué todas las novelas de vaqueros que, escribía Marcial Lafuente Estefanía y ahora comprendo que también esas novelas me ayudaron en mi camino de lector.

9:50 a. m.  
Blogger Marga said...

Quién no tiene vísceras? pues eso...

Saludos!!

10:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esos golpes de mal gusto son lo que nos hace humanos, nos permite reirnos de nosotros mismos y dejar la pose de intensos de vez en cuando. No lo dejes, es sano.
Te confesaré que también de vez en cuando me tengo que leer alguna bazofia de ese tipo...a veces apetece, oye, por qué no??
Un beso!

10:35 p. m.  
Blogger GLAUKA said...

Me gustan las comedias norteamericanas, sí, esas tontas, generalmente de amor, sin sustancia alguna, cutres ... pero que me hacen pasar un buen rato ¿qué pasa?
Me gusta muchísimo Mónica Naranjo, nada que ver con el gusto refinado o de entendido en músicas.
Me gustan los filetes pasados, casi suelas de zapatos, nada que ver con el llamado comer carne.
En fín, que tengo una buena colección de malos gustos que a mi me gustna oye ... a ver si va a ser que sólo tengo de esos ... uyssssssss

11:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues yo sigo siendo fan de todo lo 'bragueta'... y si no sale en la tele, mejor que mejor.

12:22 p. m.  

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